Preparando mi primavera

Hola a tod@s, ¿cómo vais? Ya es miércoles, ¡la semana está que vuela! Y encima se han suavizado las temperaturas y sale el sol (al menos aquí).

Que sepáis que la primavera está a la vuelta de la esquina y yo, como buena alumna, ya he empezado con la operación bikini mía y la de mi terraza.

 

Lleva un invierno un poco triste, solo nos sobreviven los potus y un aguacate. Pero hace un par de días no pude soportar tan poca vida y compré un par de azaleas rosas para darle alegría. Tenemos un mini huerto urbano (ahora mismo en barbecho) porque a pesar de que nos afanamos en que nos crezcan cositas... parece que el grado de humedad y la falta de sol en nuestro pequeño rincón verde hacen que no seamos todo lo buenos jardineros que querríamos.

Pero aún así no desistimos y ya estoy mirando en internet ideas para decorar la terraza (si no son plantas tendrá que haber color por otros medios) y también leyendo cosas sobre plantas para acertar en nuestra próxima compra.

Como eso será otro post, me voy a centrar en el de hoy y no me enrollo más. 

En mi opinión existen muchas ciudades de España en las que tener una terraza, jardín o balcón abierto es un privilegio. Las suaves temperaturas hacen que pueda utilizarse todo el año. Viniendo de donde vengo, comprenderéis mi afán por tener una terraza maravillosa para disfrutarla (en Burgos tener una terraza no es muy... llamémoslo útil).

Y hoy os quería animar a tod@s a que, aunque tengáis un mini espacio al aire libre, lo aprovechéis. Si da a interior y no hay ruídos, estupendo. Pero aunque dé a la calle, ¿no os gustaría cenar a las 11 de la noche, que hasta las calles respiran paz, al descubierto?

Por eso, he hecho un recopilatorio de cómo decorar terracitas pequeñas para darles un toque acogedor y agradable. Porque las grandes... esas son más fáciles.

Así que aquí van las ideas que he recogido por la red:

Esta me ha encantado. Claro que los decorados es lo que tienen, que esa escalerita queda monísima pero es inservible y que esa luz no la tenemos todos.
Pero el contraste del verde de las plantas (en su mayor parte enredaderas, que no ocupan, crecen rápido y son muy verdes) con el fucsia de la silla y la mesita en blanco me parece monísimo para un balconcito.

Ésta de la derecha es otro balconcito que parece dar a una calle principal. La idea de cubrir con bambú la verja para tener más intimidad es muy buena, y así poder salir a tomar un Martini respirando aire fresco.

Para los amantes de las plantas, este balcón es una delicia. Está bastante lleno pero da una sensación de vida digna de un parque. El tono rojo de las ventanas combina perfectamente con la estética y, la mesita en el interior deja más espacio para las zonas verdes fuera. El suelo en mimbre, maravilloso (pero ojito con las lluvias).



Mini, muy mini, pero íntima y con un toque romántico encantador. ¿No te apetecería disfrutarla las noches de verano? Las velas y esos arbolitos y macetas, estupendos.
Tal vez sea un espacio pequeño y no podamos llenarlo con macetas de suelo frondosas y llamativas, pero eso no es malo. Porque una terraza mini necesita plantas más verticales y que no ocupen mucho, para dejar amplitud al mobiliario.


De la siguiente me he enamorado particularmente. ¿Será por el gato? ¿Por la escena nocturna? Creo que son esas tiras de bombillas que pienso buscar hasta encontrarlas. ¡Las necesito!

A ver si empieza a hacer bueno de verdad, hago unas medidas, compro un poquito de césped artificial y me pongo el peto jardinero con las herramientas colgadas y... ¡a plantar! 

Quiero disfrutar de mi terraza a tope.

Os dejo esta última porque el entramado que hace de biombo me chifla.

¡Besitos floreados para tod@s!