¿Qué es el Sol? ¿Es bueno o malo? ¿Cuánto sol hay que tomar? ¿Qué beneficios y desventajas tiene? ¿Cómo me protejo? Se me ocurren diez mil preguntas, pero desconozco todas las respuestas. He aquí una pequeña recopilación de cosas que no deberíamos olvidar:
El Sol emite una serie de radiaciones electromagnéticas denominadas "radiación solar". Esta radiación va desde el infrarrojo (IR) al ultravioleta (UV).
Esta estrella nos da luz, calor, y funciona como engranaje para que se desarrolle la vida en nuestro planeta.
Pero a nivel de salud humana, a pesar de favorecer la síntesis de la vitamina D, beneficiosa para el cuerpo, el sol tiene efectos perjudiciales sobre la piel que hay que conocer, para saber protegernos de ellos.
De todo el espectro de radiación, solo los rayos UVa y UVb, los visibles y los IR afectan al organismo (que no son poco).
La exposición al sol prolongada aumenta el riesgo de padecer un melanoma, además de favorecer la aparición de quemaduras, reacciones de fotosensibilización (alergias al Sol), adelantar el envejecimiento cutáneo, la aparición de manchas...
Por todo ello, si bien es bueno pasear un rato al Sol (existen estudios que proponen, en función del país, cuánto tiempo es necesario estar expuesto al Sol, tanto en invierno como en verano, para aprovecharse de sus beneficios), es necesario proteger la piel del mismo si la exposición es prolongada.
Modos de protección (no sustituibles unos por otros, sino complementarios):
1.- Protección con cremas y sprays: no es una protección absoluta. Además de proteger frente a los rayos UV, debería tener unas características básicas como son la fácil aplicación y absorción, la resistencia frente a agua y sudor y estar dermatológicamente probado para evitar irritaciones y alergias.
2.- Protección con ropa: otro tipo de protección más que utilizable. En mi opinión, básica en los más pequeños, que pasan horas jugando en la arena y metidos en el agua. Camisetas, gorros, gafas... No querría desaprovechar esta oportunidad para recordar que el filtro de una gafa de sol solo está garantizado en tiendas autorizadas para su venta y distribución. Y avisar también de que: una gafa comprada en un mercadillo protege de la radiación visible, por lo que evita que la luz nos moleste en los ojos y tengamos éstos más abiertos debajo de la gafa. Como consecuencia directa y ya que no protege de la radiación UV, los ojos más abiertos favorecen la entrada de la radiación UV "hasta el fondo", lo que puede desencadenar en envejecimiento prematuro de la piel periocular, aparición temprana de cataratas, etc.
3.- Protección oral: dada a conocer durante los últimos años y la razón por la que se me ocurrió hacer este post. No son la panacea. No protegen del sol de tal manera que no haya que tomar más precauciones. Pero a título personal diré que yo llevo utilizándolas tres o cuatro años y los resultados son: menos manchas, menos quemaduras, más color y más duración del mismo.
Estas pastillas preparan la piel para el bronceado. Están compuestas, además de por antioxidantes (que evitan el envejecimiento de la piel), por betacaroteno (precursor de la vitamina A que se encuentra en los vegetales amarillos y naranjas -son sus pigmentos- y en el sistema digestivo se transforman en dicha vitamina). Dado que yo no voy a tomar tanta fruta y verdura diariamente, me parecen un complemento muy interesante.
¡Feliz bronceado!
EDICIÓN 01 Junio 2012
A veces una imagen vale más que mil palabras; os dejo ésta, sacada de la web de Antena 3, que he buscado a raíz de ver su telediario, en el que explican que el hombre de la fotografía ha sido camionero durante muchos años, y éste es el aspecto de su cara actualmente.
El sol le dió durante décadas en el lado izquierdo de la cara, y aquí están los resultados del efecto de la radiación ultravioleta de manera continuada.
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