Vivimos en la era del café. Días largos, mucho trabajo y pocas horas de sueño hacen que sea imprescindible en nuestras vidas. Es más, para sentirte como una auténtica newyorkina importante, basta con entrar a Starbucks® y pedir un buen vaso de café caliente. Lo único que falta es caminar deprisa por una gran avenida y que el viento te venga de cara para ondear tu melena.¿O no? (Un par de bolsas de Gucci y un maletín/bolso de mano redondearían la escena).
El caso es que, aun siendo consumidores habituales de café, pocas veces nos fijamos en su recipiente. Hemos vivido lo que es una fuerte campaña publicitaria con Nespresso® que, con un poco de imaginación y George Clooney ha conseguido colarse en la mitad de las casas de medio mundo en forma de cafetera de diseño. Pero, ¿y las tazas? ¿los vasos?
¿Por qué entramos en una cafetería y no nos fijamos en el tipo de taza en la que nos sirven el café? Vale, puede que no sea lo más importante, que el sabor es lo primero... pero, en la época en la que nos ha tocado vivir nos fijamos absolutamente en el diseño de todo: de bares, de tiendas, de casas... ¿y de esto, por qué no?
Así que aquí os presento unas tacitas que encontré hace tiempo en Andorra, y que me parecen lo más para servir el café. Las hay de diferentes marcas y os dejo dos de las webs donde las he localizado.
Sencillas y originales. Divertidas y funcionales. Para mí lo tienen todo. Espero que os sorprendan como a mí el primer día que las vi.
http://exclusivasdae.com/site/topmoka.html |
http://www.revol-porcelaine.fr/ |
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